Circo de Gavarnie: el Coliseo de la Naturaleza

El puente de mayo de este año fuimos, por segunda vez, al Pirineo francés; un viaje que ya hicimos en septiembre del 2008 y, disfrutamos tantísimo, que este año repetimos.

Pirineos es genial, da igual donde estés: Navarra, Huesca, Lleida; España o Francia. No es de extrañar que tengamos dos Parques Nacionales aquí. Pirineos, con sus «tresmiles», impresionan.

Gavarnie se encuentra lindando con España, justo al norte de Ordesa, así que ya te puedes imaginar la belleza del lugar. Está declarado como Patrimonio de la Humanidad; el “coliseo de la naturaleza”, según Víctor Hugo. Hemos tenido la gran suerte de ver el circo de dos maneras completamente diferentes: en verano, todo verde, acercándonos hasta la misma cascada; en primavera, cubierto de nieve, llegando hasta el hotel que se encuentra en el mismo circo.

El pueblo de Gavarnie es pequeño. Realmente hay más hoteles y restaurantes que otra cosa. Es bastante turístico porque, desde el pueblo, ya tienes unas vistas magníficas de todo el circo. Así que, es fácil pensar cómo debe estar en pleno julio o agosto. Pero, aun así, es agradable. Justo a la entrada existen dos parkings bastante grandes. La primera vez que estuvimos nos cobraron 4€ por estacionar. Supongo que será una medida para controlar los vehículos que llegan ya que en verano hay una gran fluencia. Esta vez, en mayo, no nos han pedido nada. Es verdad que había muy poca gente: tres o cuatro furgos, otras tantas autocaravanas y algún coche. Creo que se puede pernoctar allí, aunque no lo aseguro. Nosotros, con las niñas, solemos ir de camping.

La ruta al circo de Gavarnie es realmente cómoda. Eso sí, desde el parking, ida y vuelta, son ¡¡14 kilómetros!! Te lo comento para tenerlo en cuenta si vas con niños. Quizá esto sea lo más duro de la ruta: ¿cómo entretener a un niño durante 14 kilómetros para que no se acuerde del cansancio y no te pregunte mil veces que cuándo llegamos? No hay nada como entablar una conversación que a él le motive para que se ponga a andar como un jabato. O el juego de adivinar animales con mímica o saber qué canción estoy tarareando. No falla.

Salimos del pueblo por una pista que va remontando el río. Hay alguna subidita que otra, pero nada importante. Además, con el paisaje que tienes delante ni te percatas. Y, como vale más una imagen que mil palabras te dejo unas fotos, las de septiembre del 2008 y las de mayo de este año, para que veas la diferencia de verlo en una época o en otra.

El último tramo, hasta llegar al Hotel del Circo, es más durillo para los niños. Tampoco pienses que van a echar los higadillos por la boca. Si hay chicas que llegan al hotel con la trolley y sus tacones, los niños también (que nosotros lo hemos visto ¿eh?).

La llegada al hotel y ver ese monumento, esa muralla rocosa delante de ti,… te deja sin palabras. Te sientes… ¡tan pequeño!. En verano verás esa cascada de más de 400 metros, incluso puedes llegar hasta allí mismo. En invierno es el sitio ideal para escalar en hielo.

Este año no nos pudimos alejar mucho del hotel. Estaba prohibido acceder al circo por la cantidad de nieve y la probabilidad de aludes. Pero estaba… precioso. Ay…

Pero lo mejor, las pedazo campeonas que tenemos, que responden a todo lo que les echamos encima. Espero que en un futuro disfruten del viajar como hasta ahora.

Ubicación:

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