Una de las muchísimas cosas que nos ha aportado viajar en furgoneta ha sido poder conocer Europa a nuestro aire, a nuestro ritmo. Desde que la tenemos hemos aprovechado las vacaciones de verano, cuando más días disponíamos, para hacer viajes más largos.
En el año 2012 decidimos llegar a Croacia junto con unos amigos que también viajan en furgo. Era un destino que se puso muy de moda en esos años.
La gran sorpresa de ese viaje fue conocer Eslovenia, un país que atravesamos porque “nos pillaba de paso” pero que nos encantó de tal manera que acortamos nuestros días en Croacia para poder disfrutar más de Eslovenia a la vuelta.
Aquí os dejamos nuestra ruta: Eslovenia y Croacia en furgo.
Día 1: Nuestra primera parada fue en Carcassone. Pasando tan cerca era imperdonable no conocer esta preciosa ciudad. Protegida por altos muros parece perdurar en el pasado. Preciosas calles empedradas, estrechas, te hacen volver al medievo por un breve espacio de tiempo.
Aquí dormimos en el parking del lago Caballeres, donde además pudimos disfrutar de un baño perfecto para un día muy caluroso.
Día 2: Día de ruta, camino de Italia. Después de intentar encontrar un lugar para pernoctar en la Costa Azul y fracasar en el intento, dormimos en un área de servicio nada más cruzar la frontera, ya en Italia, en la autopista,cosa que no nos hacía ninguna gracia, pero no hubo otro remedio…
Día 3: ¡¡Venecia!! Después de cruzarnos todo Italia del tirón (sin repostar, ya que el gasoil es carísimo), por la tarde llegamos directamente al camping Fusina. A este camping ya le habíamos echado el ojo antes de ir ya que nos parecía cómodo para visitar Venecia. Como sabes, la ciudad es como una gran isla que es casi imposible acceder con el coche. Tienes que dejarlo fuera, cerca de la estación de tren y cruzar en transporte público. Desde la puerta de este camping salen los vaporettos que te dejan en un embarcadero, cerca de la zona más turística de la ciudad. El camping no es precisamente barato pero muy práctico para visitar Venecia.
Día 4: Subimos al vaporetto y nos dispusimos a conocer esta maravillosa ciudad. Nos encantó y eso que fue una visita rápida. Paseamos por su callecitas y canales, cruzamos sus puentes, visitamos la plaza de San Marcos, nos hicimos fotos con las góndolas,…
Volvimos al camping, cogimos las furgos y… dirección a Eslovenia. En menos de dos horas ya estábamos allí.
Para circular por las autopistas y vías rápidas eslovenas es necesario llevar en la luna delantera una viñeta (pegatina), la cual se puede comprar para una semana, un mes o anual. Nosotros decidimos no comprarla y movernos por carreteras secundarias y fue todo un acierto. Es tan bonito el paisaje, sus pueblos, todo tan verde, que era un gusto circular por ellas.
Nos dirigimos al castillo de Predjama. Una visita obligada. Es un castillo incrustado en la montaña. Seguro que lo habrás visto en alguna película.
Para visitarlo compramos las entradas combinadas del castillo y las cuevas de Postojna que veríamos al día siguiente. Las entradas de los cuatro nos salieron por un ojo de la cara pero merece la pena visitar las dos cosas. El interior del castillo es, sobre todo, curioso: una construcción en altura, aprovechando los recovecos de la montaña. Con maniquís vestidos de la época, repartidos por todo el edificio para que podamos hacernos un idea de la vida allí.
Esta noche dormimos muy tranquilos en un parking próximo al castillo, un prado algo retirado, en compañía de más furgos y autocaravanas.
Día 5: La mañana la pasamos visitando las cuevas de Postojna. ¡Chulísimas y muy entretenidas!
Por la tarde tiramos hacia Croacia. Después de pasar la frontera con control del DNI (cuando estuvimos allí todavía no era de la Unión Europea por lo que había controles en las fronteras) nos dirigimos hacia nuestro primer objetivo, la península de Istria.
Dormimos en Umag, en el camping park Umag, el camping más caro de los que estuvimos, tipo resort.
Día 6: Croacia es una maravilla para los escaladores. Hay numerosas vías por todo el país. Y como nosotros íbamos con unos enamorados de la escalada, estuvimos escalando en la zona de Dvigrad.
Pernoctamos en una “zona de acampada” llamada Sport and Relax, que no era otra cosa que la parcela de una casita de campo de un amable lugareño que se sacaba unas kunas de esta manera.
Día 7: Después de escalar un rato por la mañana nos fuimos a conocer Pula, la ciudad más bonita e importante de Istria. Si quieres conocer un poquito más sobre esta ciudad pulsa aquí, donde hablamos sobre ella.
Pasamos la noche en el camping Diana, con piscina, cosa que agradecimos enormemente por el calor que estábamos pasando. ¡Madre mía! ¡Qué verano!
Aquí decidimos que no llegaríamos a Dubrovnic. Ya no era el ir, sino el volver. Había que recorrer muchos kilómetros y había que contar con los de la vuelta. Preferimos, visto lo visto, relajarnos más en la ruta y pasar unos días extra en Eslovenia.
Día 8: ¡Por fin conoceríamos el parque nacional de Plitvice! Así que para allá que nos dirigimos. Un día de ruta para llegar a las puertas del parque nacional. Si te gusta la naturaleza debes conocerlo si decides visitar Croacia. Es un lugar repleto de agua: lagos, cascadas, ríos,…
Esta noche la pasamos en un área de autocaravanas privada (autocamp, como lo llaman aquí) muy cerquita del parque. Se agradeció el fresquito de las montañas del interior después de sufrir el sofocante calor que hacía en la costa.Los propios dueños del establecimiento nos acercarían a la entrada del parque al día siguiente y una vez visitado nos recogerían. Así nos despreocupamos de mover las furgos.
Día 9: Visita al parque nacional de Plitvice. Pulsa aquí, donde hablamos de este patrimonio de la Humanidad.
Día 10: Después de recoger las furgos y salir del autocamp nos dirigimos de nuevo hacia la costa, con destino el parque nacional Paklenica. Volvíamos al calor… Pasamos una mañana estupenda escalando en unas paredes muy chulas. El parque da para mucho pero el tiempo no nos daba para cargarnos la mochila y hacer algo de senderismo. Pero, desde luego, el parque prometía.
Ya por la tarde, para quitarnos el pedazo calor que estábamos sufriendo esos día en Croacia nos fuimos a dar un bañito a la playa y hacer un poco de snorkel. Increíble pero cierto: en el fondo marino, entre las posidonias podíamos ver numerosos ¡centollos! ¡Y al lado de la orilla!
Esta noche dormimos en un autocamp muy baratito.
Día 11: Con intención de ver alguna otra ciudad antes de comenzar la vuelta nos dirigimos hacia Zadar. Enseguida te das cuenta de su pasado marinero, comercial y cultural. Franqueada por 300 islas y un estilo italiano en sus construcciones, Zadar es una ciudad perfecta para pasear por su casco antiguo. No hay que perderse el paseo marítimo donde encontraremos el “órgano marino”, una construcción a la orilla del mar que mezclando tubos y huecos en la piedra, aprovecha corrientes de aire producidas por las olas para emitir un sonido muy peculiar.
Ya de vuelta, volviendo por la carretera de Plitvice, dirección Eslovenia de nuevo, paramos en Korenica, en el restaurante Bistro Marina, donde cenamos genial, muy barato y, además, nos permitieron dormir en el aparcamiento que disponen para los clientes.
Día 12: Este día llegamos a Eslovenia de nuevo.
Después de hacer una parada en Rastoke, un precioso pueblo tradicional, ya casi en la frontera pasamos por el museo de la Guerra Civil, en Karlovac. Es un museo al aire libre donde veremos algunos vehículos utilizados en la muy reciente guerra. Un cúmulo de sentimientos surgen, a la vez que te preguntas cómo la condición humana es capaz de hacer tal barbarie. En la entrada de Plitvice te cuento un poquito más.
Este día dormimos en el huerto de un esloveno la mar de majo. El hombre nos ofreció su terreno después de vernos dar bastantes vueltas buscando un lugar para pasar la noche. Lo más curioso es que tenía una enorme colmena de abejas justo al lado de donde aparcamos las furgos. Al día siguiente nos fuimos sin ninguna picadura..
Día 13: ¡Y llegamos a Ljubljana! (Liubliana para los que no podemos pronunciar tal nombre). He de decir que la capital de Eslovenia me pareció una de las ciudades más bonitas de las que hemos estado. Tranquila, agradable, elegante,… solo paseamos por el centro pero me pareció fabulosa. Dejamos la furgo en el parking del castillo Zuzemberk, que se encuentra en lo más alto de la ciudad. Desde allí bajamos en el funicular que está expresamente para ello, toda una experiencia para las niñas.
Y desde allí, a Bled. Nos dirigimos directamente al camping que está en la misma orilla del lago que se encuentra allí.
Día 14: Bled es impresionante.
Nuestra experiencia en Bled y alrededores.
Esta noche dormimos en el camping Danica, cerca del lago Bohinj.
Día 15: Desde este punto nos adentramos en los Alpes Julianos., concretamente en el parque nacional Triglav. Después de pasar el vertiginoso puerto de Vršič, el más alto de Eslovenia, llegamos al valle del Soca, toda una maravilla para los sentidos.
El camping Soca fue el elegido para esta noche. Allí mismo dimos un paseo por la orilla del río hasta llegar a una zona encañonada impresionante.
Día 16: Día de paliza en la furgo. Cruzamos todo Italia (otra vez sin repostar), llegando a Francia, al parque natural des Écrins. Dormimos en el camping Le Courounba, en Les Vigneux.
Día 17: Seguimos con nuestra ruta de vuelta. Lo bueno se estaba acabando…
Dormimos cerca de Perpiñán en un pequeño camping donde aceptaban la tarjeta ACSI.
Día 18: Casa
Impresiones del viaje
Croacia: La costa nos agobió un poco, por el sofocante calor (nos pilló una ola de calor tremenda) y por la cantidad de gente que había al ser Agosto. Aun así disfrutamos practicando snorkel en las aguas cristalinas y recorriendo las agradables ciudades costeras. También cerca del litoral se encuentran las mejores zonas de escalada. Impresiona ver las verticales montañas a pocos kilómetros del mar.
El interior de Croacia es totalmente distinto. Verde, fresco y mucho más tranquilo. Con impresionantes paisajes y bonitos pueblos. También es en el interior donde más se dejan ver las secuelas de la guerra.
Eslovenia es un paraíso en sí mismo. Un pequeño país verde y lleno de lagos y montañas. Es como Suiza, pero en barato.
Esperemos que, al menos, esta ruta te sirva de guía para programar la vuestra. Si decides tirar para allá o tienes alguna duda cuéntanoslo en los comentarios. Te responderemos encantados.