Cuenta la leyenda que el rey de Persia Djemchid, allá por el año 4000 a.C., recogió unas semillas que un ave depositó en sus pies. Motivado por la curiosidad las plantó y al cabo del tiempo surgió una especie de arbusto con unos frutos que desconocía. Mandó guardarlos en un recipiente con intención de comerlos posteriormente. Lo que no podía imaginar es que, gracias a la fermentación natural, estos frutos se convirtieran en vino.
Es increíble que, después de tanto, tantísimo tiempo, la esencia de la elaboración del vino haya cambiado tan poco. Varían las ganas de innovar, de hacer caldos diferentes poniendo la tecnología a disposición de las bodegas. Por eso nos gusta tanto la enocultura, todo lo relacionado con la uva y el vino.
Como amantes del enoturismo hemos tenido la suerte de aprender un poco más sobre la gestación de vinos espectaculares, disfrutar de una gastronomía exquisita y conocer alojamientos que invitan a descansar, de la mano de la Ruta del Vino de Valdepeñas.
Ruta del Vino de Valdepeñas es una asociación que pone a nuestra disposición distintos recursos turísticos del territorio de la Denominación de Origen Valdepeñas, en Ciudad Real, para que podamos montar nuestra propia escapada y así impulsar el enoturismo y oleoturismo de la zona. Ya tuvimos la ocasión de vivir la experiencia con la Ruta del Vino de La Manchuela, también en La Mancha.
¿Qué hacer en la Ruta del Vino de Valdepeñas? Podemos visitar alguna bodega donde nos contarán cómo conviven tradición y modernidad en la elaboración de los vinos de Valdepeñas. O conocer la elaboración del aceite en alguna almazara desde la recepción hasta el envasado. Visitar el Museo del Vino de Valdepeñas donde, seguro, conoceremos más de una curiosidad. Podemos degustar la rica cocina manchega acompañado de un exquisito vino. Conocer alguna de las diez ciudades que se encuentran en el territorio de la DO Valdepeñas y descubrir su patrimonio. O gozar de la naturaleza que se encuentra alrededor de esta tierra como el Parque Nacional Tablas de Daimiel o las lagunas de Ruidera.
Los vinos de las bodegas integradas en la Ruta del Vino de Valdepeñas son de Denominación de Origen Valdepeñas. Podemos encontrar blancos, tintos, rosados, espumosos; secos, semisecos, semidulces o dulces. Pero cada bodega tiene sus variedades y elaboraciones características. Además de tener un precio muy asequible son muy apreciados por los más expertos en el tema.
Prepara tu gusto y olfato y vamos a catar algunos de los ricos vinos Valdepeñas.
La bodega, como Cooperativa Vinícola de Valdepeñas, comienza su andadura en 2016 en las instalaciones de una antigua bodega tradicional. Hoy en día es la única cooperativa vinícola de Valdepeñas compuesta aproximadamente por 90 socios.
En las visitas guiadas que ofrece la cooperativa hacen un recorrido por las instalaciones para entender la elaboración del vino. Lo más destacado es la sala de tinajas: 192 tinajas con 18.166 litros cada una, es decir, unos 3.000.000 litros de vino.
La visita se acaba en un bonito molino de viento donde se hace la cata de sus vinos: Concejal, V5 o Malala.
La antigua bodega Navarro López se encuentra en el corazón de Valdepeñas. Es una bodega tradicional fundada en 1904. Fue adquirida por los nuevos propietarios en 1988, la familia Navarro López. Las instalaciones funcionaron hasta 2001, cuando se trasladaron a unas más modernas porque la bodega dejó de ser funcional por su ubicación (calles estrechas y muy transitadas) y por su poca capacidad, dedicándose actualmente a la celebración de eventos y catas y como museo.
La visita comienza en el patio donde se recepcionaba la uva y empezaban las primeras labores de elaboración del vino. Se muestra el distinto instrumental que se utilizaba en el siglo pasado.
Continúa en la bonita sala de tinajas, actualmente utilizada como sala para eventos. Muy interesante es la explicación de cómo hicieron las 35 tinajas de barro in situ. Todo un trabajo artesanal.
La cueva-bodega o sala de barricas, como en muchas bodegas de la Ruta del Vino de Valdepeñas, es un habitáculo natural perfecto para la conservación del vino.
Esta bodega familiar comenzó su andadura allá por 1994. Desde el primer momento sabían que no podían competir con los grandes grupos, así que apostaron por hacer variedades distintas y únicas. Por ejemplo, algo que hace especial sus caldos es que Corcovo hace vinos directos, es decir, no se emplea la prensa para la elaboración.
Su primer vino que pusieron en el mercado fue un tempranillo 100% en 1996 lo que sorprendió mucho. Pero quizá su mayor logro fue que uno de sus vinos fuera seleccionado en una cata a ciegas para la boda del rey Felipe VI, su tempranillo crianza, que, además, ha ganado recientemente la medalla de oro en el concurso mundial de Bruselas.
Durante la visita podremos ver las dos salas de tinajas, la antigua con tinajas de hormigón y la moderna con los depósitos de acero inoxidable. Aquí veremos algo que no es algo muy común encontrar como es un gran decantador. En plena fermentación de un depósito de tinto el vino entra y sale durante una hora más o menos. Lo que se consigue con esta técnica es más fruta, más oxigenación y un color impresionante.
Y no puede faltar en una bodega del centro de Valdepeñas la cueva donde se mantiene a una temperatura perfecta el vino de las barricas.
Félix Solís es una empresa familiar que comenzó hace 70 años en el mundo del vino. Es uno de los grandes grupos bodegueros que maneja unos trescientos millones de litros al año, que invierte en calidad y sostenibilidad.
El almacén de barricas es un proyecto donde se centralizan todos los procesos de crianza de sus vinos con intención de mantener un nivel de calidad constante y que el consumidor sepa reconocer el producto. En un edificio de 18 plantas, este almacén vertical totalmente robotizado y climatizado albergará hasta 130.000 barricas de 250 litros cada una. Echa cuentas…
Se divide en tres partes. El pórtico donde se desarrolla la entrada y salida de las barricas, el tren de lavado donde se vacían, lavan y llenan y el almacén propiamente dicho. Éste es un impresionante “gran mecano” de 40 metros de altura donde se mantienen las barricas hasta que culminen su tiempo de crianza. Todo este proceso, desde que entra hasta que sale la barrica, es totalmente automatizado.
Dentro de su compromiso de sostenibilidad hay que decir que la cubierta del edificio hay 700 placas solares para autoconsumo
11 Ánforas es un estrecho local donde te quedarías mirando durante horas todas las botellas de vino, expuestas sobre material reutilizado como antiguas cajas de madera. Se nota que aquí miman la cultura del vino. Lo que no puedes imaginar es el secreto que esconde esta pequeña tienda. En sus bajos se encuentra una bonita cueva con 11 ánforas donde se desarrollan las catas personalizadas o cualquier evento posible.
Al mando de este proyecto familiar se encuentra Federico Lucendo, enólogo de 4ª generación de la bodega César Lucendo, que con ganas de vender sus vinos y de otras bodegas de una manera más personal, monta esta vinoteca.
Apuestan por vinos naturales y ecológicos. El vino estrella de 11 Ánforas es El Linze de su propia bodega, catalogado como uno de los 50 mejores vinos por Andreas Larson, el mejor sumiller del mundo.
La extracción del zumo natural de la aceituna, igual que el vino, es una labor ancestral. La esencia es la misma pero la tecnología facilita enormemente la elaboración del “oro verde”. Colival, esta cooperativa de Valdepeñas, sabe mucho de esto. Con más de 50 años funcionando son muchas las transformaciones e inversiones en maquinaria que han llevado a cabo para cumplir su objetivo: elaborar, envasar y comercializar un aceite virgen extra de calidad. Esto lo avala todos los premios que han conseguido con sus aceites.
En la visita guiada a la almazara se explica todo el proceso de producción del aove, desde la recepción de la aceituna, la molienda, el almacenamiento y el envasado. Posteriormente se realiza una cata (sí, sí; también hay catas de aceite) con un profesional que nos enseñará a sacar todo el gusto a sus aceites, Valdenvero o Sierra Prieta.
¿Dónde mejor para aprender sobre la elaboración del vino de denominación de origen Valdepeñas y todo lo que gira alrededor de él que el museo del Vino de Valdepeñas?
Este museo etnográfico se encuentra en una antigua bodega de 1901 en el casco de Valdepeñas. Aquí podremos conocer la evolución en la elaboración del vino recorriendo las distintas salas de la bodega: el patio y porche, el edificio del jaraíz y la nave de tinajas.
La visita comienza en un bonito patio donde se recibía la uva. Aquí, en el porche, encontraremos carros, utensilios y maquinaria para realizar esta actividad. Aquí también hay un taller de tonelería, profesión que está decayendo en las bodegas.
En el jaraíz, donde se trabaja el vino, están las tolvas, trojes y prensas donde se descargaba y se prensaba la uva. A través de tuberías se trasladaba el mosto a la sala de tinajas donde se desarrollaba la fermentación. En este mismo espacio se encuentra una exposición permanente digna de ver: una colección de fotografías de 1959 realizadas por Harry Gordon que retratan el trabajo y folclore que había cuando se trabajaba en la vendimia el siglo pasado.
Y el museo tiene su propia cueva. Pero ésta es distinta a las de otras bodegas. Aquí se excava el suelo, a cielo abierto, unos ocho metros. Se construye el espacio y se cubre con una bóveda. Sobre ella es donde se construye la nave de tinajas.
Además de las visitas guiadas hacen una labor de divulgación importante colaborando con centros educativos de Valdepeñas, además de destinar las instalaciones a la celebración eventos.
Llegar hasta aquí y no probar la riquísima cocina manchega, tradicional o de vanguardia, no tiene perdón. Aquí te recomendamos algunos restaurantes que se encuentran dentro de la ruta. Cualquiera de ellos son un acierto.
Este bonito restaurante y establecimiento turístico está ubicado en las instalaciones de la antigua bodega Los Llanos fundada en 1875 de Valdepeñas. Como bodega podemos ver la sala de tinajas adaptada para albergar cualquier evento y su cueva. Ésta es la cueva-bodega más grande de España excavada a mano. Tiene cuatro galerías y la visita es totalmente accesible. Sus barricas están alineadas al milímetro, de aquí surge le dicho «ojo de buen cubero». La cueva se puede visitar sin ningún compromiso, aunque no tengas intención a consumir. En el restaurante podremos degustar una rica cocina tradicional con un toque innovador.
El restaurante, ubicado en la Plaza España de Valdepeñas en un edificio del siglo XVIII donde podemos degustar exquisitos platos regionales como gachas, migas, pisto manchego o tabla de quesos DO La Mancha, siguiendo con un segundo plato como las carrilleras de cerdo al vino tinto o confit de pato y terminar con alguno de los riquísimos postres. Pide la tarta de manzana 🙂
Este restaurante se encuentra situado en una antigua y acogedora casa con unas vistas preciosas a la Plaza España de Valdepeñas y que mantiene la estructura original como su patio interior y una decoración propia de la época. Tienen una gran variedad de platos tradicionales manchegos de los cuales es difícil elegir. Y unos postres… exquisitos. Prueba las tejas. Son únicas.
Este lujoso hotel de 5* se encuentra sobre la cima de un cerro en medio de La Mancha, cerca de Torrenueva. Además de alojarte si quieres marcarte el capricho del siglo, puedes vivir la experiencia de comer o cenar en el restaurante Retama con una Estrella Michelín o en el propio restaurante del hotel. Aquí ofrecen cocina de vanguardia con productos de la tierra. También podemos realizar un cata de vinos maridada en la bonita bodega del hotel guiada por el sumiller de éste.
Por supuesto hay que pensar en descansar y relajarnos. Ahí van nuestras recomendaciones.
Para los amantes del turismo itinerante. Tenemos la suerte de que Valdepeñas dispone de un área de autocaravanas gratuita, con servicios de carga y descarga de aguas grises y negras. La mejor opción para catar el rico vino de Valdepeñas y despreocuparse de que hay que conducir después. Porque ya sabes…si bebes no conduzcas.
Para los amantes del turismo rural. Este alojamiento es una antigua casa manchega decorada con mucho mimo y con mucho color, lo que le hace diferente. Dispone de minimalistas y bonitas habitaciones con zona de cocina con utensilios básicos. Aunque se encuentra en el centro de Valdepeñas su pequeño patio interior da un respiro de aire fresco a la posada.
Para los más urbanitas. Este hotel moderno de 4* ubicado en el centro histórico de Valdepeñas es perfecto para relajarse después de una buena jornada en la Ruta del Vino. Sus amplias habitaciones con todas las comodidades son ideales para descansar y si necesitamos relajarnos podemos reservar en el pequeño pero completo spa o solicitar alguno de los tratamientos que ofrecen como el de vinoterapia. Comentarte que no es necesario ser huésped del hotel para poder disfrutar del spa.
Ideal para los amantes de viajar en familia o grupo de amigos. Esta bonita casa solariega de arquitectura modernista del siglo XIX se encuentra en Torrenueva. Dispone de 11 habitaciones para alojar y varios espacios para disfrutar con tu gente.
Para los amantes de darse un buen capricho de vez en cuando. Como ya te hemos medio contado este hotel de 5* es ideal para sorprender a tu pareja con una noche romántica. Aunque no nos alojamos aquí tuvimos la oportunidad de ver algunas habitaciones y parte del hotel. Tiene todo tipos de servicios y experiencias. Además, si dispones de avión propio tienes incluso una pista de aterrizaje en la misma finca.
¿Te hemos convencido? Como ves hay muchas cosas que hacer en la Ruta del Vino de Valdepeñas. Y si eres un amante del enoturismo yo me lo apuntaría para una próxima escapada por tierras manchegas.
¿Vamos?
Gracias a Ruta del Vino de Valdepeñas por contar con nosotros para realizar el blog trip #ViveRutaVinoValdepeñas.
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