Leyendo el blog viajero Viaja por libre y su entrada sobre las Cárcavas, muy cerquita de Patones, en Madrid, no he podido dejar de echar la vista atrás, cuando éramos unos jovenzuelos. Pensar en ese lugar me trae tan buenos recuerdos. Era nuestro preferido para nuestras escapadas de fin de semana, concretamente el Pontón de la Oliva.
El Pontón
El Pontón de la Oliva se encuentra en la Sierra Norte de Madrid, cerca de Torrelaguna y más cerca de Patones. Dejando éste atrás y por la carretera que nos lleva a la presa del Atazar, hay un desvío que nos lleva directamente al Pontón. Llegamos a la presa en desuso, casi desde que se construyó. Te cuento un poco la historia porque lo que vas a ver es tan curioso….
Construcción de la presa
Allá por el 1850, más o menos, se decidió construir una presa para poder retener el agua del río Lozoya que luego abastecería a Madrid. Se creyó que la mejor ubicación era el Pontón de la Oliva.
La gran mayoría de los trabajadores que estaban en la obra eran presos. Las condiciones de trabajo eran muy duras e incluso hubo una epidemia de cólera en el campamento.
A la inauguración acudió la misma Isabel II. Pero la alegría duró bien poco. El terreno sufría filtraciones y tuvieron que construir, algo más arriba, otra presa, la presa de los Navajeros.
Excursión perfecta
Quizá no sea muy objetiva comentando este lugar, pero es verdad: es el sitio ideal para ir con los niños o no tan niños. El entorno es una maravilla. Y si te gusta la escalada, es un buen lugar para llevarte las cuerdas, los mosquetones y el arnés.
Según coges la bifurcación hacia la presa, antes de llegar, a la izquierda hay un parking de tierra, aunque también puedes dejarlo más adelante. Si sigues bajando, de repente te encuentras el muro de la presa. Para ver el valle, la única manera es pasando por los laterales. Antes, hace muchos años, se podía subir y pasar incluso por la presa. Ahora están cerrados todos los accesos.
Para poder acceder al valle o dirigirte a las vías de escalada, hay dos maneras:
– por el lado izquierdo de la presa. Aquí pasas por unos edificios del Canal de Isabel II y bajando unas escaleras pasas por una pasarela durante unos metros.
– siguiendo la misma carretera subimos por lado derecho del cañón, pudiendo dejar el coche en una explanada arriba, y bajando directamente a la zona de escalada.
En el valle los peques se lo van a pasar genial: hierba, río, piedras,… Además, ver a los escaladores encaramados a la roca es un espectáculo.
No dejes de ver la ruta que nos propone Sierra Norte. Parte del Pontón y va remontando el curso del río Lozoya. Muy sencillita y muy bonita.
Nostalgia
Ay, no lo puedo evitar. Recordar el Pontón de la Oliva me emociona porque hemos vivido mucho allí:
– Nuestros primero pinitos en el escalada.
– Escapada = Pontón de la Oliva.
– Allí hemos dormido en los sitios más inverosímiles (cuando se podía): en tiendas en el valle, en uno de los cuartos de instalaciones del Canal que estaba abierto para usarlo como refugio, debajo del puente, incluso hemos dormido ¡encima de la presa!
– Muchas excursiones con los chavales de nuestro grupo scout, cuando éramos monitores.
– La cueva del Reguerillo, ahora tiene acceso restringido, pero nosotros la hemos cruzado enterita, arrastrándonos, pasando por chimeneas y toboganes,…. toda una aventura.
Puf, no me puedo quitar la sonrisa de la boca recordando tantos buenos ratos, cargados de multitud de anécdotas, que habría que crear un nuevo blog para contarlas todas.
¿Qué más podemos ver?
La Sierra Norte no es tan famosa como el recién Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama pero a mí me encanta. Se respira una tranquilidad que parece mentira que estemos en Madrid. Y los pueblos… bueno, esa es otra historia.
El pueblo que sí tienes que visitar, que está muy cerquita del Pontón, es Patones de Arriba. Es muy pintoresco: casas de piedra y pizarra, calles enlosadas. Muy bonito y muy turístico. Importante tenerlo en cuenta ya que no se puede acceder al pueblo con el coche.
A las Cárcavas llegas por la carretera que te he comentado antes, para llegar a la zona de escalada. Un paisaje espectacular que no te puedes perder.
El embalse de Atazar también merece la pena verlo. Simplemente hay que seguir la carretera de Patones de Abajo, sin desviarse.
¡Hemos visto caer agua de la presa del Pontón de la Oliva!
Sí, sí. Una vez en nuestra vida pero podemos decir que estuvimos allí.
Cuando el río Lozoya lleva mucho caudal, el túnel que existe para que el río salve la presa, no da abasto. Esto hace que se llene el valle de agua y la presa se desborde. ¡Una imagen increíble!
Ya puedes apuntarte este rincón con encanto de la Sierra Norte cuando pases por Madrid o disfrutar de un día de campo si lo tienes cerca.
Bueno, ¿cuando vamos para allá?
Ubicación:
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