Enoturismo en familia en Finca La Estacada

Como la vida es tan complicada tenemos que buscarnos excusas para celebrar, festejar, disfrutar con la gente que queremos. Y ¿qué mejor excusa que cumplir 40 años? Pues eso es lo que hemos hecho: celebrar los 40 de Mario de una manera especial, diferente.

Lo que teníamos claro es que este año queríamos sorprenderle, cosa que es muy difícil (él es muy práctico y sorpresas, las justas). Así que, pensando pensando les comenté a las niñas mi idea, llevarle a un lugar que pudiésemos disfrutar juntos, en familia. ¿Qué mejor regalo?

– ¿Y si llevamos a papá a visitar una bodega?

-¿Hay spa? – contestaron. (¡ojo lo que les gustan los spas!)

 

Mi idea era pasar un fin de semana en el complejo enoturístico Finca La Estacada, una bodega joven situada en Tarancón, Cuenca, que además de la bodega tiene hotel y ¡spa! No sería la primera vez que haríamos enoturismo en familia, así que sabíamos que, tanto a Mario como a nosotras, nos gustaría la experiencia.

Fin de semana en Finca La Estacada

Con la sorpresa correspondiente llegamos el viernes por la tarde. Nos dieron nuestra habitación a la que fuimos a prepararnos para la visita al spa, ya que teníamos cita para el circuito hidrolúdico para esa misma tarde.

La habitación era muy bonita, espaciosa, con cama de matrimonio para nosotros y un sofá-cama para las niñas. Cuidando todo detalles nos encontramos una botella de vino de la bodega para comenzar a degustarlo cuanto antes. El único pero, es que se oye mucho lo que ocurre en el pasillo.

Para acceder al spa con niños tienen marcados unos horarios: de lunes a viernes de 16 a 17 horas, y sábado y domingo de 11 a 12 horas. Al tener cita el viernes tuvimos la gran suerte de tener todo el espacio para nosotros solos, disfrutando de cada uno de los rincones con una tranquilidad exquisita para un viernes después de una agotadora semana. Una gozada tener el jacuzzi, las duchas dinámicas, la sauna, baño turco, la sala de relax o la piscina con vistas a los viñedos, acompañados de unos ricos zumos únicamente para nuestra familia.

Antes de la cena, para abrir boca, decidimos dar un paseo por los viñedos de la bodega, un paseo muy agradable, observando las vides y los pocos racimos de uvas que quedaban después de la vendimia.

Teníamos incluida media pensión, con un rico y abundante buffet para el desayuno y un menú concreto para la cena que consistía en un primero y a elegir entre carne y pescado para el segundo plato, postre y vino La Estacada. Para las niñas un menú infantil completísimo. Todo muy bien presentado en un ambiente perfecto.

La visita a la bodega se realiza  de lunes a domingo a las 12 de la mañana. Consiste en la explicación de todo el proceso dentro de la propia bodega. Comienza en la entrada de la finca explicándonos los tipos de uvas y la vendimia. De ahí pasamos a ver la maquinaria que recepciona la uva recogida, el despalillado y la distribución a los distintos depósitos donde macera durante cierto tiempo y se convierte en un rico vino joven.

Después, ya dentro de la bodega en sí, explican el proceso de embotellado.

Bajamos hacia el sótano donde se encuentran todas las barricas de crianza, donde el vino permanece los meses necesarios para alcanzar la categoría deseada.

De ahí pasamos a la cata. Aquí explican qué tenemos que tener en cuenta a la hora de ver, oler y probar un vino junto un vino blanco y uno tinto.

Durante toda la visita La Estacada, siendo conscientes de que los más peques de las familias desconectarán en algún momento, nada más comenzar la visita les regalan un cuadernillo (Pequeños Enólogos lo titulan) con varias actividades que, junto a una cajita de pinturas, podrán realizar durante o después de la visita. Les explicarán que durante el recorrido están escondidas las mascotas de la bodega: Franki, Picudín y Pepito. ¿Quién será capaz de encontrar todas?

Con ganas de conocer algo más del entorno fuimos a conocer Uclés, todo un descubrimiento. Allí visitamos su monasterio, El Escorial de la Mancha como le denominan, por su estilo herreriano, que fue”casa madre” de la Orden de Santiago. Lo que comenzó siendo parte de una fortaleza medieval, en el siglo XVI se realiza una reforma radical convirtiéndose en el edificio actual. Éste comenzó siendo monasterio, también fue hospital durante la guerra civil, cárcel tras esta guerra y, posteriormente, seminario. Frente a él se encuentra la torre del homenaje del castillo de Albar Llana, huella de ese pasado medieval.

Otra de las excursiones que realizamos fue la visita al parque arqueológico de Segóbriga, donde podemos contemplar las ruinas celtíberas y romanas de esta ciudad habitada durante siglos. Llegamos a ella después de visitar el museo que se encuentra en el centro de recepción de visitantes. En este podemos ver piezas que han encontrado en el yacimiento, desde mosaicos, esculturas o monedas propias de la ciudad. Ya en el recinto recorreremos sus calles viendo las ruinas del teatro, el anfiteatro, las termas, el foro,…

Como siempre #CuencaEnamora…

Por supuesto nuestro fin de semana de enoturismo en familia en Finca la Estacada fue un éxito. Fue un fin de semana donde combinamos enología, relax y cultura, y todo en familia. Además ¡conseguimos sorprender al protagonista! Desde luego, un cumpleaños para recordar.

¡MUCHAS FELICIDADES CARIÑO!

Ahora ya puedes ir pensando en el mío… 🙂 ¡Muac!