Nuestro paso por Eslovenia fue por pura casualidad: simplemente porque, para ir a Croacia desde aquí, tienes que pasar por allí. ¡Y cómo me alegro que así fuese! Descubrir Eslovenia ha sido algo inesperado e increíble. Un país donde volveremos sin dudarlo.
Al preparar nuestro viaje a Croacia miramos lugares que fuesen interesantes para visitar en Eslovenia. Ya que pasábamos por allí…. Apuntamos dos o tres y uno de ellos era el lago de Bled, al cual fuimos en nuestro viaje de vuelta.
Bled es un pueblo que se encuentra a unos 50 kilómetros de Ljubljana, la capital de Eslovenia (un encanto de ciudad, por cierto) hacia los Alpes Julianos, lindando con Austria. Ya solo por esto te puedes imaginar el paisaje de alrededor. Bled es un pueblo muy señorial. En su día era un lugar de vacaciones de gente adinerada. Según llegas al pueblo te das cuenta de ello al ver los hoteles y el resto de edificios.
Una vez que cruzas el pueblo te encuentras al protagonista: el lago de Bled. Allí está: un lago rodeado de bosque por todos los lados, con los Alpes intuyéndose, tan cerquita… ; el agua transparente; el castillo medieval en la cima de un peñasco con un precipicio bastante pronunciado; la pequeña isla en medio del lago, donde lo único que existe es una pequeña iglesia… Un conjunto de situaciones que hace que el lago de Bled roce la belleza extrema.
Si tienes tiempo lo ideal es recorrer el lago por el camino que existe alrededor, ya sea andando o en bici. Otra manera de poder verlo y disfrutar con los peques es alquilando una barca. Una hora cuesta 15 € y las niñas se lo pasaron genial remando. Por cierto, es posible llegar a la isla y bajarse a visitar la iglesia. También puedes darte un bañito. Es muy gracioso ir remando y encontrarte cabecitas flotando que cruzan el lago. Así que, ten cuidado con los remos…
Lo más interesante de la visita al castillo son las vistas, pero te puedes ahorrar la entrada yendo por la parte de atrás, donde hay un camino que sube una cuesta y las vistas son más o menos las que te vas a encontrar si entras al castillo. Si decides entrar para visitarlo, dentro encontrarás varias representaciones de profesiones de la época, como una imprenta, una bodega… donde hay una persona caracterizada que te explicará todo lo referente a cada estancia. Y, ya de paso, intentar que te lleves puesto el souvernir correspondiente. Pero lo mejor, las vistas al lago, que no te dejarán indiferente.
En la misma orilla del lago (bueno, solo lo separa la carretera) se encuentra el camping Bled; un camping muy tranquilo, con buenas instalaciones e ideal para dejar la furgo y dedicarte a ver el lago o el pueblo. O darte un chapuzón ya que hay una playa, con sus hamacas y todo, preparada para ello.
Alrededor de Bled puedes hacer infinidad de actividades con o sin niños. Por ejemplo, hacia el sudoeste de Bled está el lago Bohinj, de origen glaciar como el de Bled. Allí se encuentra una escuela de escalada y justo al lado hay un parque infantil con un cercado donde hay unas cabritas y ¡una máquina expendedora de comida para las cabras! Consiste en entrar dentro, acercarte a la máquina, echar una moneda, sacar la comida y dársela a las cabritas. Es muy gracioso ver a los niños y, sobre todo, a las cabras, como van detrás de los peques. ¡Cómo que ya se lo saben!
Os dejo este enlace de Bled y los alrededores. Os lo recomiendo simplemente por las fotos que aparecen: http://www.bled.si/en/
Me gusta Eslovenia. Y como dice el slogan turístico del país: I FEEL SLOVENIA.
Datos de interés:
Ubicación:
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* Alquiler de barca de remos: 15€, una hora.
* Visita al castillo de Bled: 8 € adulto; 3,50€ niños entre 4 y 14 años; menores de 4 años: gratis
* Camping Bled: 33 € dos adultos, dos niños y furgo
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