Cuando algo te emociona, cuando estas a punto de cumplir un sueño viajero, levantarte a las cuatro de la mañana no importa. Las mochilas ni siquiera pesan. Estábamos a punto de descubrir un nuevo destino, nada más y nada menos que Islandia en familia, en furgo y en invierno. Oh yeah!!
No habíamos hecho planes de viajar a Islandia en este momento, pero la culpa la tuvieron unos billetes de avión más baratos de lo normal. Como ya habíamos viajado a Finlandia en invierno, no nos había pasado nada y no somos de esos a los que el frío les echa para atrás, nos liamos la manta a la cabeza y para allá que nos fuimos.
Islandia en familia
Vivir experiencias en familia siempre nos ha resultado muy enriquecedor. Poder ofrecer a nuestras hijas vivir situaciones tan diferentes a su rutina diaria nos parece fundamental para ellas. Y viajar a Islandia es ya una experiencia en sí misma.
Supongo que llegará un momento en que serán conscientes de que llegamos a Islandia un día cualquiera de diciembre y que por un temporal de frío y viento tuvimos que cambiar los planes. Gracias a ello, nos dirigimos al norte con la gran suerte de que, justo esa noche, vimos las únicas auroras boreales del viaje.
Algún día recordarán que, cubiertos de muchas capas, vimos juntos algunas de las cascadas más bonitas de este país. Cargadas de agua que caía con una fuerza impresionante, teñidas de blanco por la época del año.
Seguro que se les pondrá una sonrisa en la boca recordando el baño en las aguas termales que estaban a unos 40 grados mientras que fuera estábamos a -7 grados. Las risas que nos echamos al salir del vestuario simplemente con el bañador, corriendo para encontrarnos cuanto antes con el agua calentita.
Espero que no olviden ese momento en que la tierra escupía una columna de agua ardiendo, que al encontrarse con una temperatura tan baja se convertía casi instantáneamente en vapor. “Mamá, este no es un geyser. Es el geyser” decía Claudia por ser el que da nombre a todos los demás.
¿Y ese momento en que tomaban el río congelado como una pista de hielo improvisada? Cosas que pasan en Islandia.
Islandia en furgo
Y, como siempre, en furgo mola más, incluso en Islandia. ¿Qué mejor manera para recorrer el país?
Qué emoción cuando nos sentamos en nuestra furgoneta de CampEasy: primera vez en Islandia, primera vez en una gran volumen, primera vez sin nuestra propia furgo,…
Viajar en furgo siempre es una aventura. Fue increíble encontrarnos las carreteras llenas de nieve, parar en lugares cubiertos de hielo, sentir el viento golpear la furgo y ésta casi sin inmutarse.
Sí recuerdo un poco estresante la conducción por la noche. Intentábamos aprovechar la luz del día para visitar lo que teníamos planeado y una vez que oscurecía conducíamos hasta el siguiente destino. Nos dirigíamos directamente a los campings que se encuentran abiertos en invierno. No nos queríamos arriesgar a meternos en cualquier lugar que luego fuese complicado salir. Lo mejor: los baños calentitos, que eran de agradecer.
Por la mañana nos encontrábamos con los cristales congelados ¡pero por dentro! ya que soliamos estar toda la noche a bajo cero, aunque con la calefacción puesta ni nos enterábamos.
Tengo la imagen de nuestros desayunos, con un café recién hecho con el agua que calentábamos en la tetera de la furgo.
Parar en cualquier sitio a comer y disfrutar del paisaje mirando a través de la ventanilla, o asomarnos constantemente por la noche para ver si nos sorprendía una aurora boreal mientras estábamos acampados no tiene precio.
Islandia en invierno
Sí, sé lo que estás pensando. Y tienes razón…
… Hace un frío que pela. Se supone que en Islandia no hace mucho frío ya que llegan las aguas cálidas de la corriente del Golfo que hacen que no bajen mucho las temperaturas. Éstas rondan de media entre 1º y -1º. Pero te puede pasar como nos pasó a nosotros, que llegamos en plena ola de frío. Hubo noches que dormimos a -15º más o menos, y algunos días no superábamos los -8º
… Hay muy poca luz en esta época del año. Tan solo seis horas al día para disfrutar de tanta maravilla. Amanecía en torno a las 10:00 y el sol se ponía a las 16:00.
… Todo está helado. Helado y ¡peligroso! Las carreteras, en muchos tramos, estaban blancas y nunca sabías cómo iba a reaccionar la furgoneta. A veces, cuando aparcábamos, veíamos que estábamos sobre un gran bloque de hielo donde la furgoneta se iba patinando para donde quería.
… ¿Y tanto tiempo metidos en la furgoneta? Claro, con tan poca luz y el frío que hace fuera es lo que toca.
… En invierno hay muchas carreteras cortadas. Es imposible ver todo lo que ofrece Islandia.
Sí, tienes razón. Sí… pero no…
… Puede hacer muchísimo frío pero no hay nada que no solucione una camiseta y mallas térmicas, camiseta de manga larga, forro polar, chaleco, unos pantalones gorditos, unas buenas botas, un plumas, guantes, gorro, bufanda,… Es decir, capas, capas y capas. Si te pones a caminar abrigado no hace tanto frío. Y si además tienes suerte que salga el sol, aunque no suba ni un palmo del horizonte, te da la impresión que hasta calienta un poco.
… Sí, hay muy poca luz. Pero las noches se vuelven especiales si tienes la suerte de que aparezcan las auroras boreales.
… Sí, hay mucho hielo y nieve, pero no es tan peligroso. Bueno, siempre con cuidado, claro. La furgoneta siempre ha respondido perfectamente en la carretera al ir equipada con neumáticos de invierno. Sobre los aparcamientos de hielo, algún susto nos hemos llevado pero hemos podido solventarlo. Y nosotros, ¡vaya risas andando sobre el hielo! No sé qué parecíamos, robots o las muñecas de “Famosa”. Algún culetazo es inevitable.
… Sinceramente, el tiempo en la furgo se nos pasaba volando. Una vez que nos acoplábamos ya de noche, entre una partidita a las cartas, el empezar a preparar la cena y después comiéndonos todo, enseguida llegaba la hora de irse a la cama. Y hasta el día siguiente. Yo pensaba que iba a ser pesado tanto tiempo dentro, pero ¡para nada! Era muy divertido.
… Cierto es que no hemos podido acceder a muchos lugares que nos hubiesen encantado, incluso haber dado la vuelta entera a la isla. Pero para una semana que íbamos, dedicarla solo a recorrer el sur fue la opción más acertada. Al fin y a cabo, aquí podemos encontrar un buen resumen de todo lo que podemos encontrar en el resto del país: cascadas, glaciares, campos de lava, géiseres, aguas termales, auroras boreales,…
Para que te hagas una idea de cómo fue el viaje dale al PLAY…
Islandia en familia, en furgo y en invierno ha sido toda una aventura. Es un viaje que no olvidaremos nunca, ya no solo por la experiencia, sino también por ver todo lo que vimos. ¡Naturaleza a lo bestia!
¿Qué te ha parecido? ¿Te hemos convencido? Ahora solo queda mirar y mirar algún vuelo barato y lanzarse. Nosotros comenzaremos a mirar a ver si algún año de éstos podemos ir en verano, porque debe ser otra aventura tan, tan, tan diferente…
Si quieres ver más fotos de nuestro viaje a Islandia, no dudes en pasarte por el Instagram de Mario, @mario_viajandoenfurgo, o el mío (Loli), @viajandoenfurgo. También encontrarás muchas en Facebook, donde fuimos contando todo el viaje.
Gracias a CampEasy por colaborar con nosotros para que este viaje fuese tan especial.
Y muchas gracias a Sara de Viajar lo cura todo por su ayuda desde el momento cero para prepararlo. Y que no se me olvide de nuestros amigos Viajamos Juntos y Lowcosteros por estar ahí.
Comentarios
3 ComentariosArnór Hauksson
Abr 13, 2018Hey guys, Arnór here at CampEasy 🙂
Thanks again for coming to Iceland and trying out our camper in the winter. We think it’s an awesome experience and are really happy you liked it.
Maybe we’ll see you again some day.
Cheers,
Arnór H
Viajando En Furgo
Abr 16, 2018Hi Arnór!!
Travelling to Iceland as a family in winter and in the camper was an incredible experience. We enjoyed very much. Highly recommended.
Thank you so much for stopping by our blog!!!
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