Un viaje romántico por el norte de Burgos

¿Eres de los que celebran San Valentín, el día de los enamorados, el 14 de febrero? Si lo celebras o no, hay que buscarse excusas para viajar, donde sea. Y si, por un día, dejas a los niños con los abuelos, tíos, vecinos… mejor que mejor. De vez en cuando no pasa nada. Es más, es necesario para la salud de la pareja.

Como la excusa la tenemos y San Valentín está tan cerca ¿por qué no cogemos los bártulos y nos vamos con la furgo o la autocaravana a un viaje romántico por el norte de Burgos? No es porque sea medio burgalesa, pero la zona la recomiendo con los ojos cerrados por todo lo que te ofrece. Te cuento:

El viaje podría comenzar el Burgos capital. Un paseo por el centro, unos pinchos en los muchos bares y restaurantes que se encuentran por allí, una visita al museo de la Evolución,… Ya te he comentado en una entrada anterior sobre Burgos que es mi perdición. Solo la ciudad da para un fin de semana o más.

Podríamos continuar por la N-627, hacia el norte. Esta se bifurca en dos, la carretera que va hacia Aguilar de Campoo y la N-623, dirección Santander, que es la que cogeríamos. 

En San Felices del Rudrón nos desviaríamos hacia Sargentes de la Lora. Es un pueblo pequeñito que ¡tiene petróleo! Es súper curioso acercarse a los “caballitos”, las estructuras que bombean el petróleo. Realmente no parece que estemos en Burgos. Parece que nos hayamos teletransportado a un lugar recóndito de Estados Unidos. También puedes visitar el museo del petróleo que se encuentra aquí y donde, en una visita guiada, te contarán todo lo referente a esta materia. Muy, muy recomendable.

Volveríamos a la N-623, y dirección norte, pasado Quintanilla nos desviamos hacia la izquierda con intención de llegar a Orbaneja del Castillo, el pueblo más bonito de la zona. Es impresionante. Mira que hemos ido veces, pero siempre es un placer volver. Ubicado en una de las laderas del cañón del Ebro, se encuentra protegido por paredes verticales que han sido modeladas por el agua. En la parte alta del pueblo, de la Cueva del Agua sale el agua que alimenta la preciosa cascada que salva el desnivel del pueblo y se puede ver desde la carretera. No puedes dejar de visitarlo.

Siguiendo esta misma carretera entraríamos en la provincia de Cantabria. Es la ruta del románico. Pero ésta es otra historia.

Volviendo a la carretera de Santander y subiendo un pequeño puerto, iríamos hacia Pesquera del Ebro. Esta carretera recorre el cañón del Ebro por arriba, pudiendo contemplarlo en un mirador que nos encontraremos en el camino. ¡Precioso!

De aquí conduciríamos hasta llegar a la CL-629. En el cruce iríamos hacia la izquierda para llegar a Valcenoceda, que se encuentra en la entrada de las Merindades, donde resalta la iglesia románica de San Miguel de Arcangel y la torre de Valdenoceda.

Y desde allí, siguiendo el río Ebro, pensando en volver a Burgos, pasaríamos por Frías, otro pueblo que no te puedes perder. Está considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Edificado sobre el cerro de la Muela, Frías es un pueblo medieval que no ha perdido su encanto y seguro que te sorprenderá. Las casas colgadas, el puente medieval, el castillo de los Duques de Frías son parte del gran patrimonio arquitectónico y cultural que tiene. Y, para los amantes del turismo itinerante dispone de un área de autocaravanas con vistas al pueblo.

¿Qué te parece la ruta? Si te gusta la naturaleza y los pequeños pueblos con encanto, seguro que no te defraudará. Y si no dispones de vehículo para disfrutarla con la casa a cuestas, también puedes optar por alquilar una para el fin de semana y así pruebas (¡hum, qué buen regalo de San Valentín!). Hace poco conocimos Campanda. Es una empresa online que gestiona el alquiler de furgonetas, autocaravanas o caravanas en España y en 30 países más. Tan solo hay que elegir el lugar de recogida, las fechas del alquiler y cliquear en “buscar”. Nosotros, que tenemos furgo, nos lo hemos planteado para ir a países más lejanos y así ahorrarnos muchos kilómetros. Volar al destino y allí recoger el vehículo elegido y ¡a conocer mundo!

Espero que si os animáis disfrutéis mucho, aquí en Burgos o en cualquier lugar, con vuestra pareja. Y recordad…San Valentín debe ser los 365 días del año.

Os deseo muchos achuchones de vuestros respectivos ¡tooooooodos los días!