6 cosas que hacer y visitar en Amsterdam si viajas con niños

Amsterdam es diferente. No es la típica ciudad europea. Es una ciudad “moderna”, con mucho ambiente, muy agradable para pasear y muy interesante para ir con los niños.

Aquí te dejo 6 cosas que, según mi opinión, tienes que hacer y visitar en Amsterdam si vas con los peques.

1.- Deja la furgo en un camping.

Acercarse al meollo de Amsterdam en coche es imposible. Existen una serie de aparcamientos, P+R, a las afueras de la ciudad donde, por 8€ puedes dejar el coche 24 horas y recibes un ticket para ir, únicamente, al centro de la ciudad y volver a recoger el coche. Si viajas con furgo o autocaravana te recomendamos que la dejes instalada en un camping  y te muevas en transporte público. Nosotros estuvimos en el camping Amsterdam Gaasper. El camping no es gran cosa y es carillo, pero al preparar el viaje nos pareció cómodo a la hora de visitar la ciudad. La furgo se quedó en el camping y cogimos el metro que está a 10 minutos y va directamente a la Estación Central, en el centro de la ciudad. Además, en el  mismo camping, venden unas tarjetas para usar el transporte público durante uno, dos o tres días. Y así hicimos.

2.-Pasea por la ciudad.

Amsterdam tiene un encanto especial. Si puedes piérdete por sus calles, con sus edificios estrechitos, de diferentes colores pero siguiendo el mismo estilo; su canales con numerosos puentes cubiertos de flores y casi siempre alguna bicicleta encadenada a la barandilla; esos barcos-viviendas en los que algunos se intuye el interior…

¿Qué sitios puedes visitar? Museumplein, la plaza de los museos donde se encuentran dos de los museos más importantes de la ciudad: el Rijksmuseum y el museo Van Gogh; la plaza Dam, Estación Central, el Mercado de las Flores, el barrio judío, incluso el barrio rojo yendo a una hora prudente, claro está.

Nos sorprendió la cantidad de vida que hay en la calle: gente por todos los lugares. Y la bicicleta es todo un espectáculo. Llegábamos a Amsterdam con una idea preconcebida: la ciudad de las bicicletas. Pero no es así: ¡¡es mucho más!! Según salimos del metro vemos un parking de varias plantas con centenas… ¿qué digo centenas? miles de bicicletas. No me lo podía creer: todo el mundo en bici: familias enteras con los niños en carros, estudiantes con sus uniformes, ejecutivos todo trajeados, chicas con vestidos de fiesta, señoras con la compra, gente mandando mensajes con sus teléfonos mientras pedaleaban,…. Con la boca abierta me dejaron.

3.- Visita Museo Heineken.

El museo Heineken se encuentra en la primera fábrica de la cervecera. Cuando compras las entradas dan a cada adulto una pulsera con dos botoncitos de color “verde Heineken” y a los niños otras pero de color rojo. Cada botoncito verde es una cerveza que te ofrecen al final de la visita, y cada botoncito rojo es una bebida sin alcohol. Esto empieza bien. Comienza la visita por las salas donde se encuentran las grandes calderas de la antigua fábrica. Aquí se puede ver el proceso de fabricación de la cerveza. Después de esto te ofrecen una degustación de la cerveza (primera). Una vez disfrutada la primera cerveza empieza la segunda parte: Heineken Experience. Aquí es donde mejor se lo pasaron las niñas, y nosotros con ellas. Fuimos pasando por salas interactivas en las que nos divertimos mucho: desde cantar en un anuncio de Heineken hasta hacer un montaje con nuestras caras. Al final llegamos al bar donde podíamos cambiar nuestros botoncitos por cerveza (segunda y tercera) o un refresco. Esto para una persona que no suele beber, como es el caso, puede ser algo peligroso. Es un local con pantallas alrededor de la sala donde aparecen ciudades de todo el mundo con una música tecno de fondo: muy chulo. Es caro pero entre las cervecitas y lo bien que nos lo pasamos con las niñas mereció la pena.

4.- Haz un crucero por los canales.

Al llegar en metro, desde la zona del camping a la Estación Central, el día se puso muy feo. Comenzó a lloviznar con intención de ir a peor (y así fue). Para resguardarnos de la lluvia y pensando que a las niñas les encantaría, decidimos hacer un crucero por los canales donde te explican en tu idioma la historia de Amsterdam y todos los lugares por donde vamos pasando. Además, con la opción “hop-on, hop-off”, aquí me subo, aquí me bajo, la excursión etuvo muy bien aprovechada, bajando en las paradas que nos interesaba y volviendo a subir en cualquier otra. Además, así podíamos descansar después de tanto patear.

5.- Disfruta de los parques infantiles y jardines.

Los parques infantiles en Europa son geniales para los niños, y por supuesto, en Amsterdam también. En la Museumplein, por ejemplo, donde se encuentran las conocidas letras “I amsterdam”, eslogan de la ciudad, hay un parque con juegos muy originales donde las niñas desfogaron un poco. Además hay unos jardines con espacios abiertos para echar unas carreritas.

6.- Visita el Museo Van Gogh.

La visita al museo Van Gogh fue muy interesante incluso para las niñas. Eran capaces de reconocer esos cuadros que han visto en el cole: “Los girasoles” o “Los lirios”. Lo que más les gustó fue una maqueta a tamaño real del cuadro “Dormitorio de Van Gogh”, con su cama, sus sillas,….

 Si puedes no dudes visitar Amsterdam, ya no solo por la ciudad que se lo merece sino por todos los alrededores y el país en general, que ya contaremos en otro momento. Nos sentimos muy agustito. Además hablan inglés en todos los sitios, cosa que ayuda bastante.

Si te ha gustado esta mini-guía de Amsterdam con niños no dudes y comparte con tus amigos en tus redes sociales. Quizá alguno esté planeando una escapadita…

Ubicación:

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