The Dark Hedges
El verano de 2017 fue el elegido para hacer un viaje deseadísimo: Irlanda en camper. Recorrimos parte de España, toda Francia hasta llegar a Cherbourg, donde embarcamos junto a nuestra furgoneta en el ferry. Después de navegar durante toda una noche llegamos a tierras irlandesas.
De las dos semanas que disponíamos queríamos dedicar unos días a conocer Irlanda del Norte en furgo. Recorrer la Causeway Coastal Route, la ruta panorámica que recorre la costa desde Belfast hasta Derry-Londonderry pasando por la Calzada del Gigante era algo casi obligado. Igual que ver algunas de las localizaciones donde se rodó Juego de Tronos… ¿Qué seguidores de la serie no se acercarían a ver esos lugares por donde han pasado los Stark, los Lannister o los Targaryen?
Así que, después de conocer Dublín y sus alrededores, y de enamorarnos de la Isla Esmeralda, pusimos rumbo hacia Irlanda del Norte para confirmar que esta isla engancha.
Así fue nuestra ruta por “Poniente”…. (no te preocupes; no habrá spoiler)
Según entramos a Irlanda del Norte por el noreste de la República de Irlanda nos dirigimos a Castle Ward. Esta es una de las primeras localizaciones de Juegos de Tronos que llevábamos apuntadas.
Es una enorme finca muy señorial a la que hay que ir con tiempo para recorrerla toda. El ticket familiar cuesta unas 24 libras (2019).
Después de aparcar nos dirigimos a la zona de a la mansión, los jardines y la zona de servicio donde realizamos una visita guiada. Los propietarios de esta mansión del siglo XVIII tenían muy buen gusto porque se encuentra en lo alto de un cerro con unas vistas espectaculares al lago Strangford.
De allí nos dirigimos a la zona de la granja, a partir de ahora… ¡Invernalia! Allí podemos encontrar una de las torres que podemos ver en la serie y el patio principal donde se rodaron las escenas correspondientes al castillo de Invernalia. Parece mentira lo que puede hacer el atrezzo y los efectos especiales para recrear el reino.
Es muy agradable salir hacia la ría y poder dar un paseo por el bosque que rodea la finca, incluso acercarnos al torreón del Audleys Castle que también aparece en la serie en algún momento.
Pero lo dicho, hay que ir con bastante tiempo para recorrerlo todo.
Parece ser que allí hay una zona de acampada que no vimos, pero como teníamos intención de visitar Belfast al día siguiente decidimos acercarnos a la ciudad. Esa noche dormimos en un área de autocaravanas en Donaghadee, en el parque “The Commons” (54°38’05.8″N 5°31’50.5″W)
Uno de los imperdibles de Belfast es el museo dedicado a la historia del Titanic. Es la atracción turística más grande del mundo dedicado al famoso barco.
Lo primero que llama la atención es el espectacular edificio en el que se ubica. Con la misma altura que tenía el Titanic se encuentra en el mismo lugar que se diseñó, construyó y fletó el transatlántico, justo antes de partir rumbo a Nueva York, pasando antes por Southampton (sur de Inglaterra), Cherbourg (Francia) y Cobh, al sur de Irlanda, último puerto que tocó tierra antes del fatal desenlace.
Gracias a paneles explicativos y mucha tecnología podrás conocer la historia apasionante del Titanic, desde los primeros pasos, pasando por la fase de construcción, el viaje inaugural, hasta llegar al hundimiento y rescate de piezas al cabo de los años. Todo ello con muchísimas anécdotas. Además existe una atracción que te llevará por los astilleros y podrás contemplar cómo fue su construcción.
Para los fans de Juego de Tronos, al lado de los muelles donde se construyó el barco se encuentran los estudios donde se grababa la serie cuando no se encontraban en alguna de las localizaciones exteriores.
También se puede visitar, utilizando la misma entrada del museo, el SS Nomadic. Este barco fue utilizado en Cherbourg como transbordador para llevar a los pasajeros de los grandes transatlánticos, entre ellos el Titanic, a sus respectivos barcos desde el puerto.
Para conocer la historia de Irlanda del Norte desde la prehistoria hasta la época actual es muy interesante visitar el museo del Ulster. Además, podemos encontrar un tapiz hecho a mano de más de 70 metros donde se narra toda la historia de Juego de Tronos. Un buen resumen que no te dejará indiferente.
Como nuestra intención era continuar recorriendo la costa de Irlanda del Norte siguiendo la Causeway Coastal Road, dejamos Belfast continuando hacia el norte, durmiendo esa noche en el Curran Caravan Park (54°51’02.5″N 5°48’14.5″W).
Ponte en situación… el mar de Irlanda a un lado, al otro cerros cubiertos de prados de un verde intenso; divisar algún acantilado; y no puede faltar divisar las ruinas de algún castillo o abadía. Y, por supuesto, las nubes que nos acompañaron todo el viaje. Si además le añadimos música irlandesa de fondo en nuestra ruta, el momento no puede ser más idílico.
Una de nuestras primeras paradas en este tramo, y otra de las localizaciones de Juego de Tronos, fue en las cuevas de Cushendun. Aquí fue donde Melisandre da a luz a un ser maligno… Se encuentran en este pequeño pueblo pesquero. No encontrarás ningún tipo de señalización pero no es difícil dar con ellas. Llegando a Cushendun desde el sur, antes de cruzar el río, hay que girar a la derecha. Dejando la furgo y andando hacia el mar nos las encontramos. Para no dejar ningún tipo de dudas encontraremos un panel explicativo con fotos del rodaje, como en todas las localizaciones externas que nos encontraremos.
Continuando por una estrecha carretera bordeando la costa llegamos a Torr Head, donde se encuentra una antiguo edificio de vigilancia y desde donde hay unas vistas espectaculares, pudiendo divisar la costa escocesa.
Seguimos por la Causeway Coastal Road hasta Ballycastle. Desde aquí nos dirigimos hacia el interior para ver una de nuestras localizaciones preferidas de Juego de Tronos: the Dark Hedges.
Mira que hemos visto fotos de este lugar pero, aun así, es mágico. The Dark Hedges o el “camino del Rey” es una carretera donde multitud de curiosas hayas plantadas en ambos arcenes forman un curioso túnel entre sí. Este día era lluvioso y nublado, lo que le daba un toque misterioso, muy de Juego de Tronos. Si no fuese por la cantidad de gente que pasa por aquí… Aún así tuvimos suerte…
De aquí hacia la costa de nuevo. Nuestro próximo destino era Carrick-a-rede rope bridge. Es un puente colgante de cuerda que une la costa con la pequeña isla de Carrick. Antiguamente este puente era utilizado por pescadores de salmones. Desde aquí colocaban las redes para pescarlos. Para cruzar el puente hay que pagar 9 libras por adulto y 4 por niño (2019). Hay ticket familiar por 22.
Cerca del aparcamiento del Carrick-a-rede, hay otra de las localizaciones de Juego de Tronos: una antigua cantera que hizo de escenario de Bastión de Tormentas, uno de los asentamientos principales de la casa Baratheon.
Otro punto de la costa de Irlanda del Norte que recibe muchos turistas y fans es Ballintoy. Es un pequeño pueblo cuyo puerto, en la serie, era el de Pyke, donde Theon Greyjoy desembarca después de muchos años en las Islas del Hierro. Merece la pena caminar un poco hacia el oeste, siguiendo la costa, al menos hasta encontrarse con The Elephant Rock, una gran roca con forma de elefante.
Y para acabar el día visita al atardecer de la Calzada del Gigante. Simplemente maravilloso.
La Calzada de los Gigantes no ha sido localización de Juego de Tronos. Por lo que he leído, era demasiado conocido para serlo. Pero, ¡vamos!, que es un lugar perfecto para que hubiese sido escenario en alguna escena. Miles de columnas de basalto, formadas por el enfriamiento rápido de la lava incandescente, hacen que este lugar sea increíble. Cuenta la leyenda que existían dos gigantes enemigos, uno escocés y otro irlandés. El escocés consiguió, tirando piedras, hacer una calzada que le llevase a Irlanda. La mujer del gigante irlandés, viendo que el enemigo se acercaba, decidió vestir a su marido de bebé. Al ver el escocés un bebé tan grande entró en pánico imaginando como sería el padre. Así que se marchó por donde vino destrozando la calzada para que no pudiese perseguirlo. Un lugar espectacular, además un patio de recreo perfecto para los más peques.
Esta noche la pasamos en Craig House Campsite, un lugar tranquilo y agradable, sin demasiados servicios pero suficientes (55°13’42.6″N 6°26’07.1″W).
Cuando preparamos el viaje y después de ver el vídeo de Alan por el mundo, teníamos claro que una parte de la ruta la teníamos que hacer andando… y no nos equivocamos.
Teníamos que dejar la furgo en un lugar cómodo para recoger a la vuelta. Así que decidimos dejarla en un aparcamiento que existe al lado del castillo de Dunseverick, una pequeña península, rodeada de altos acantilados, con las ruinas del castillo en ella.
La ruta desde aquí hasta la Calzada del Gigante son unos 8 kilómetros, más o menos dos horas caminando entre prados verdes, con ovejas pastando, acantilados increíbles, muchos de ellos con las paredes repletas de columnas de basalto. El camino es muy fácil. Poco desnivel, que sube y baja de vez en cuando. Un gustazo para la vista, el olfato, el oído,… Hablando del oído, te voy a contar una anécdota. Mientras caminábamos, de repente escuchamos un ruido extraño. Paramos y comenzamos a buscar de dónde procedía ese ruido. Hasta que nos percatamos que en el mar, en un pequeño islote, varias focas descansaban plácidamente.
Pero para rematar fue poder ver la Calzada del Gigante desde arriba. Otra perspectiva totalmente diferente a la del día anterior.
Desde el centro de visitantes, ya en el carretera, cogimos el bus interurbano que nos dejó en el mismo lugar donde dejamos la furgo.
Subidos ya en la furgo nos dirigimos hacia Derry/LondonDerry, pero antes hicimos en una parada en el castillo de Dunluce, castillo de los Greyjoy en Pyke en Juego de Tronos. Aunque prácticamente en ruinas es muy fotogénico por su ubicación, colgado en un acantilado.
Esa noche dormimos en Deighan’s caravans (55°09’39.6″N 6°52’58.9″W).
Derry – Londonderry es una ciudad que, aunque no es excesivamente grande, echamos todo el día recorriéndola. Hay tanta historia detrás de esta ciudad que se convierte en un imperdible en Irlanda del Norte.
Si algún día visitas esta ciudad lo ideal es que conozcas parte de su historia porque si no, no le sacarás todo el jugo a tu visita. Te dejo un breve resumen aunque te aconsejo que busques más sobre ello.
A finales de los años 60 y principios de los 70 había muchos enfrentamientos entre los unionistas protestantes (probritánicos) y los republicanos católicos (proirlandeses). Estos últimos protestaban por la discriminación que sufrían en cuanto a derechos sociales por parte del gobierno británico, lo que provocó una sucesión de disturbios. Así nació el Free Derry, cuando los vecinos republicanos montaban barricadas en el barrio de Bogside para que la policía británica no pudiera pasar. Hoy en día existe una pintada en un muro recordándolo.
Uno de los hechos más duros vividos fue el conocido como “Bloody Sunday”, Domingo sangriento. Lo que iba a ser una manifestación pacífica el domingo 30 de enero de 1972, acabó con 14 personas muertas, muchos menores de edad, y más de una treintena heridas por los disparos de paracaidistas británicos, desplazados a Derry para la ocasión.
Para recordar este hecho hay un monumento con los nombres de todas las personas que murieron. Además, varios murales pintados en las fachadas de los edificios del barrio católico recuerdan The Troubles, todo lo vivido esos años.
Aunque se te pongan los pelos de punta es una visita imprescindible si entras en la ciudad de Derry-Londonderry. También es una ocasión perfecta para hablar con nuestras hijas e hijos de cómo, a veces, el ser humano deja de ser tan humano.
Dejando esta historia a un lado, Derry-Londonderry es una ciudad llena de vida.
La ciudad antigua está rodeada por unas murallas que, después de 400 años, todavía siguen en pie. Se puede recorrer su kilómetro y medio a pie, con vistas a intramuros y extramuros.
Fuera de las murallas está el edificio más importante de la ciudad: El Guildhall. Hay una exposición muy interesante sobre cómo nació Derry-Londonderry.
Y muy cerca se encuentra el Peace Bridge (el Puente de la Paz) que cruza el río Foyle. Un lugar muy especial por todo lo que representa.
Esa noche, ya de camino hacia los acantilados de Slieve League, ya en la República de Irlanda, pernoctamos en el camping Tramore Beach. (54°48’33.1″N 8°29’48.8″W)
Como siempre la furgo te da esa libertad que te permite conocer, en este caso, Irlanda del Norte a tu ritmo, visitando lugares espectaculares en un entorno natural único. Ideal para plantearselo un veranito. ¿Te animas?
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