Descubrir Islandia en furgo y en invierno ha sido una de las mejores experiencias que hemos vivido en familia. Poder disfrutar con nuestras hijas de este país congelado en esta época del año, y como más nos gusta, no tiene precio.
Supongo que ya habrás leído nuestro post en el que hablamos sobre nuestro viaje a Islandia en familia, en furgo y en invierno. Al leerlo, quizá te estés planteando intentarlo; buscar unos vuelos asequibles y plantarte allí aunque haga frío. Para ello hemos pensado en recopilar una serie de consejos para recorrer Islandia en furgo, sobre todo para esta época del año. Esperamos que te sirvan de ayuda para decidirte a hacer un viaje increíble.
¡Vamos!
¿A quien no le gustaría llevarse su propia furgoneta a Islandia? Nosotros los primeros. Además ya somos unos expertos en coger ferries en nuestros viajes furgoneteros (Marruecos, Canarias, Irlanda,…)
Pero en esta ocasión no ha sido posible. El precio se dispara (el pasaje para cuatro personas más la furgo ronda los 3700€) Además tienes que disponer de mucho tiempo, ya que el ferry sale del norte de Alemania. Nosotros solo teníamos una semana en diciembre y unos vuelos muy bien de precio. ¿Qué podíamos hacer? Pues alquilar una furgoneta allí.
En Islandia hay varias empresas que alquilan campers y autocaravanas ya que es la mejor manera de conocer el país por la movilidad y libertad que te da. Nosotros dimos con Campeasy Iceland y la experiencia fue estupenda. Como su nombre indica, todo fue muy “easy”. Estos son los pasos que hay que dar:
Cuando tienes ya elegida la furgo que más te conviene seleccionas la fecha para la cual la necesitas. Con todos tus datos haces una reserva pagando el 30% del alquiler. El 70% se paga una vez que llegues a Islandia. Si por lo que sea tienes de cancelar esta reserva, si lo haces antes de 24 horas, te devuelven el dinero. Si no, se quedan con un 15% de la reserva.
También debes de indicar los extras que te gustaría contratar, algunos son gratis y otros no. Puedes elegir, desde una cafetera hasta ¡una guitarra! En este apartado también eliges el tipo de seguro que te gustaría contratar, pero de esto te hablaremos más tarde. La ropa de cama (sabanas, edredones y almohadas) está incluida en el precio del alquiler, a diferencia de otras empresas que vimos, en las que se cobraban como extra.
Con la reserva está incluido el precio del billete del bus desde el aeropuerto a la estación de autobuses en Reikiavik. También incluye el taxi que te llevará a la oficina de CampEasy.
Una vez en la oficina, además de estar muy calentita y da gusto entrar, el trato es excelente. Te explican todo lo referente al contrato que firmas, lo que encontrarás en la furgo y todo lo que tienes que tener en cuenta. Cosas que destacar:
Además en la web encontrarás muchísimos datos muy interesantes sobre Islandia. Ya solo por eso merece la pena pasar por ella.
Una vez que devuelves la furgoneta y comprueban que todo está correcto, llaman un taxi que corre a cuenta de ellos y te acercan a la estación de autobuses o al hotel si te quedas en Reikiavik.
Como ves, todo muy fácil.
Nuestra campervan, la Easy Big, está dividida en dos partes.
Debajo del asiento del copiloto se encuentra la calefacción estática. Las baterías están debajo de uno de los asientos del salón. Te preguntarás si, para estar a -15 grados por la noche es suficiente. Podemos decir que sí. En ningún momento hemos pasado frío. La temperatura es agradable. Eso sí, el único momento en el que no la poníamos era mientras conducíamos, ya que funcionaba la climatización de la furgoneta, pero una vez parado el motor había que mantenerla encendida porque si no la furgoneta se convertía en una nevera, tal cual.
Toda la chapa de la furgoneta está protegida por una especie de fieltro que evitaba esa sensación de frío.
Para dormir, con la calefacción puesta toda la noche, lo hacíamos con nuestra ropa térmica e incluso con un forro polar. Las noches más frías dormíamos incluso con el gorro porque, como ya sabréis, el cuerpo pierde casi todo el calor por la cabeza. Si la proteges aguantarás mucho mejor el frío. Bueno, cosas que hacemos igualmente cuando vamos a la sierra con nuestra furgo.
CampEasy te pone unos edredones con sus fundas nórdicas. Si que he echado de menos que fuesen de plumas ya que estos dan un calor más agradable pero también reconozco que deben ser menos higiénicos que los de fibras. Pero si eres muy friolero puedes pedir doble edredón sin ningún coste extra.
Aunque Islandia no sea miembro de la Unión Europea, podemos viajar con nuestra tarjeta sanitaria internacional, por si necesitamos asistencia sanitaria en un momento dado. Pero, personalmente, cuando hay vuelos por medio, sobre todo cuando los hemos comprado con mucha antelación, siempre contratamos un seguro de viaje que cubra cancelación. En nuestro caso, Iati Familia, el cual está pensado para las familias con hijos menores, cubriendo todo lo necesario si viajamos con niños. Recuerda que desde nuestro blog, puedes conseguir un 5% de descuento en tu próximo seguro con Iati.
Claro está que, al alquilar la furgoneta, necesitas un seguro. Al alquilarla con Campeasy tienes la opción de elegir varios:
De elegir entre todos estos quizá el de grava puede ser el más recomendable, ya que muchas de las carreteras de Islandia son de grava y alguna piedra puede golpear el parabrisas.
Nosotros tenemos un seguro que lo que te cubre son las franquicias. Es decir, si tienes un imprevisto tú pagas la parte de la franquicia y luego el seguro contratado te devuelve ese dinero. Es otra opción a tener en cuenta. Así no hace falta contratar un seguro extra para la furgo.
No hace falta decir que para conducir por Islandia en invierno hay que hacerlo con muchísima prudencia. Puedes estar conduciendo por una carretera limpia y, de repente, estar toda cubierta de nieve. Pero podemos estar tranquilos con la campervan. Tiene neumáticos de invierno que se agarran perfectamente. Y si puedes alquilar la 4×4, no tendrás ningún problema.
En invierno lo más normal es que te encuentres con muchas carreteras cortadas. Conducir por el interior es casi imposible si no llevas un bicho como estos… 😛
Siempre hay que tener un plan B por si nos encontramos con algún imprevisto (carreteras inaccesibles, cambio de tiempo,…) No pasa nada porque, vayas donde vayas, vas a flipar. Como nos pasó a nosotros… el día que llegamos no pudimos ir hacia el sur por los fuertes vientos que impedían la conducción; tiramos hacia el norte y esa noche apareció la aurora boreal. El destino… 🙂
En esta época del año hay pocas horas de luz. En la semana del puente de la Constitución, en diciembre, teníamos seis horas de luz, de 10 a 16. Por eso hay que aprovechar a tope esas horas. Nosotros dormíamos en el destino que queríamos visitar al día siguiente. Durante el día hacíamos las visitas previstas y en cuanto se hacía de noche, cogíamos la furgo y hacia el destino siguiente.
Llegamos con la idea de que aquí en Islandia se podría pernoctar en cualquier lado. Pues sentimos decir que no es así.
En la web de CampEasy ya nos advierten que hay nuevas leyes contra la “pernocta salvaje”, con posibilidad de que la policía te multe. Para evitar eso recomiendan ir a los campings habilitados para ello.
CampEasy dispone de un mapa con los campings abiertos en invierno. Además te puedes descargar un fichero KML para poder tenerlos en tu navegador.
En nuestro viaje sí que pudimos ver que en la gran mayoría de parkings, sobre todo en los lugares que hay que visitar,hay carteles de prohibido pernoctar. Como anécdota, la noche que pasamos en el parque nacional de Thingvellir (vale, era parque nacional), por la mañana muy temprano, los rangers vinieron a ver si habíamos pagado.
Nosotros tampoco nos hemos comido mucho la cabeza. Realmente, una vez que te salías de las carreteras convencionales, el terreno era peligroso, y de noche más. Así que, marcábamos en el navegador el camping abierto más cercano al próximo destino y ya. Por lo menos sabíamos que hasta allí llegaríamos.
Los campings, comparados con el resto de precios del país, no son caros. Rondaban los 24€. Los había de muchos tipos. Por ejemplo, las noches que pasamos en los dos parques nacionales, tan solo disponíamos de unos baños abiertos. Uno que nos gustó mucho fue el camping Selfoss, en esta ciudad. Paramos a la ida de nuestro recorrido por el sur y repetimos a la vuelta. Este disponía de un saloncito con cocina para los campistas, además de unos baños y duchas la mar de calentitas.
La moneda de Islandia es la corona islandesa. Para hacer un cambio fácil, 8€ son 1000 coronas islandesas.
En Islandia puedes pagar en todos los sitios con tarjeta. Si no quieres, no hace falta que cambies ni saques dinero.
Nosotros sacamos en un cajero, como hacemos casi siempre cuando hay cambio de moneda. Solo hay que tener en cuenta con que tarjeta nos conviene más, tanto sacar como pagar. Las comisiones son diferentes en cada banco. Por eso, ojito…
Nos comentaron que nos llevásemos comida de aquí y, la verdad, no merece mucho la pena. A ver, no merece mucho la pena según lo que compres. Hay cosas que son muy baratas, como, por ejemplo, sobres de fideos chinos, o pasta. Las cosas de marca sorprendentemente son baratas, casi casi como aquí. El pescado y la carne es algo más caro. Lo que es extremadamente caro son las frutas y verduras frescas. ¿Cuánto dirías que cuesta una lechuga? Pues cuesta más de 5€.
Hay un par de cadenas de supermercados que son más asequibles. Uno de ellos es Bonus, el más famoso entre todos los españoles que viajamos allí. Netto también está bien de precio.
Bueno, como ves recorrer Islandia en furgo y en invierno es posible. Tan solo hay que proponérselo. Unos vuelos baratos, elegir un buena empresa de alquiler y a disfrutar a tope.
Si tienes alguna duda pregúntanos en los comentarios e intentaremos resolverla.
Gracias a CampEasy por ser parte de este sueño viajero: Islandia en furgo, en invierno y en familia.
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