Desde el primer momento en que se te pasa por la cabeza comprarte una furgo, la pregunta que te repites una y otra vez, sobre todo si tienes hijos, es:
¿Cómo nos apañaremos todos en dos metros cuadrados?
Pues te apañas, te lo digo yo. Es cierto que no es como en casa… yo diría que ¡es mejor! Te das cuenta que no necesitas tantas cosas para vivir. Que tanto cacharreo de todo tipo es inútil. Incluso todos los trastos de los niños ¿realmente necesitamos todos? Aprendes a vivir con lo básico y… ¡tan ricamente, oye!
¿Y la convivencia en un espacio tan reducido? Pues se lleva estupendamente. Hay momentos de crisis, no te digo que no pero, recuerda que tenemos una puerta muy grande, se abre y ya: de repente se amplía nuestro espacio. Salida directa al campo, pueblo, ciudad,….
¿No te haces a la idea? Pues mira cómo es un día viajando en furgo.
Han sido muchos mensajes y correos preguntándonos cómo hacemos para viajar cómodos con las dos niñas. Así que aquí van algunos consejos para viajar en furgo con niños, siempre desde nuestra experiencia, con una Volskwagen California.
Está claro que cuando los niños son bebés usamos muchos artilugios que habrá que simplificar si vamos a viajar en furgoneta.
Si son bebés, lo más cómodo es el Maxi Cosi ya que nos servirá para la hora del paseo o siesta y como silla de coche. Hay que intentar que el chasis del carro sea lo más plegable posible para que ocupe el mínimo espacio dentro de la furgoneta.
Si ya son más mayorcitos y todavía piden algún sueñecito a lo largo del día, lo ideal es una silla de paseo tipo paraguas, que abulte lo mínimo.
Y que no se te olvide la mochila, fular o portabebés para portear a los más pequeños. Estos no suelen ocupar mucho espacio y además se duermen perfectamente mientras que los tenemos pegaditos a nosotros, por lo que quizá, no haga falta que te lleves ningún carro o silla de paseo.
Otra cosa que tenemos que llevar obligatoriamente son las sillas del coche. ¡Con lo que ocupan! Nosotros las colocamos en el asiento del conductor, una encima de la otra mientras hacemos vida en la furgo.
Algo que nos puede agobiar es el tema del equipaje. Nosotros ya hemos pasado por dos fases. La primera fue emplear una mochila grande con la ropa de los cuatro y llevarla en el maletero. Enseguida nos dimos cuenta que no era buena idea: tener que abrir el portón para buscar cualquier cosa en ella no era cómodo. Además, te obliga a salir de la furgo. Así que pasamos a la siguiente fase. Compramos cuatro bolsas plegables de 30 l, de esas que se recogen en un bolsillito, una para cada uno. Nos llevamos lo que cabe en cada una, ni más ni menos. Y cabe bastante, más o menos lo mismo que cabe en una maleta de cabina, pero con la ventaja de que al ser de tela se adaptan a cualquier rincón. Estas bolsas las dejamos en la parte de atrás, pero encima del maletero, para poder acceder a ellas desde dentro y no tener que salir en pijama.
En los viajes más largos sí que llevamos una bolsa aparte con las toallas, chanclas y bañadores.
Otra duda que surge habitualmente a las familias es: ¿cómo aguantan las niñas tantos kilómetros? Pues con mucha paciencia. Nuestras hijas están acostumbradas desde pequeñas, pero momentos de crisis hay, como en todas las familias.
Cuando eran pequeñitas las canciones infantiles no faltaban en nuestros viajes. Ahí estábamos toda la familia cantando hasta que se echaban la siesta. Este momento lo aprovechábamos para hacer ruta. Llegábamos al lugar que queríamos ver y, mientras uno se quedaba en el coche con las niñas, otro bajaba a tirar unas fotos. Luego nos intercambiábamos.
En la furgo llevamos algunos juegos de mesas. Los magnéticos son ideales para el transcurso del viaje. Y los libros para pintar son muy socorridos para que los peques los lleven a mano.
Pero los niños crecen y los tiempos avanzan. Ahora mismo sus maneras favoritas de entretenerse son escuchando música, viendo alguna película en la tablet o usando nuestros móviles.
La nevera de la furgo es pequeña por lo que tampoco podemos llevar mucho. Así que, cada dos o tres días tenemos que hacer una parada para comprar, sobre todo cosas frescas. Así también vamos probando las cosas típicas de cada lugar que visitamos.
Las cosas más sencillas o precocinadas las solemos hacer dentro, pero para recetas más elaboradas, llevamos un camping-gas para cocinar fuera evitando olores y salpicaduras en la furgo.
Si tienes curiosidad sobre algunos de nuestros platos favoritos, pásate por nuestras FurgoRecetas.
En nuestro caso la cama de arriba fue para las niñas desde el primer momento. Es más: alguna vez que las hemos propuesto el cambiar han dicho que de eso ¡nada! Para nosotros nos parece más cómodo. Cuando se monta la cama de abajo, el espacio libre se reduce al mínimo. Por eso es preferible que las niñas estén arriba a la hora de montar y recoger la cama. Además, ellas pueden irse a dormir en cualquier momento sin tener que desmontar el cuarto de estar. Así podemos disfrutar de un ratillo de relax solo para nosotros.
En nuestro viaje a Canarias en furgo descubrimos lo práctico que era algo que hasta ese momento no nos hacía mucha gracia: el potty. Eso de llevar un water con nosotros no lo veíamos muy claro… pero después de probarlo nos ha parecido muy cómodo, sobre todo cuando la mayoría de los ocupantes de la furgo son chicas. Le hemos puesto una funda para que sea más discreto y así también nos sirve de asiento.
La hora de la ducha siempre es en un camping. Si hacemos algún viaje en el que pisamos pocos, como el de Arribes del Duero, intentamos buscar uno cada dos o tres días. ¿Y mientras tanto? Un paquete de toallitas viene muy bien para asearnos toda la familia. También tenemos una ducha para conectar al grifo del fregadero, de forma que sacándola por la ventana te puedas dar un remojón. Aparte solemos llevar una ducha-bolsa por si acaso tenemos que tirar de ella.
Pues depende. Nosotros, por seguridad, ya que tenemos que levantar el techo y discretos no somos, y al ir con las niñas, casi siempre hemos ido a camping. Además es la moneda de cambio con ellas: por la mañana nos damos la paliza a visitar lugares, a caminar,… y por la tarde, camping con parque y piscina. También puedes sacar la mesa y sillas sin problemas, comer fuera, colocar el toldo,…
Para ello siempre vamos con nuestra tarjeta ACSI. Con ella te cobran en los campings un precio estipulado según esté valorado por los inspectores, el cual es mucho más barato que si vas sin ella. ¿Lo malo? Es que, generalmente, en temporada alta no se aplica el descuento.
Es cierto que sin ella, para una familia de cuatro miembros ir de camping a veces sale muy caro, sobre todo cuando vas sólo a dormir y no disfrutas de los servicios que te ofrece.
Cuando decidimos no pasar por camping siempre preferimos perdernos por el monte.
Aunque viajando en furgo con niños tendremos momentos caóticos, no faltarán los momentos divertidos, alegres, en los que aprenderemos, en los que nos reíremos, porque viajar con niños mola, pero #enfurgomolamas.
Si tienes alguna duda, escríbenos un comentario y encantados te responderemos.
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