Boletus y Bloggers en el primer #MadTBsetas

No hay actividad más agradable para hacer en familia en una mañana otoñal que salir a pasear por el bosque y buscar setas. Por eso, cuando los chicos de Viajamos Juntos propusieron hacer una quedada micológica en la sierra de Guadarrama con Madrid Travel Bloggers, no lo dudamos lo más mínimo. Boletus y bloggers nos esperaban en el primer #MadTBsetas en algún lugar de la sierra madrileña.

El viernes por la tarde ya estábamos de camino con nuestra furgo, para hacer noche en la zona y evitarnos el madrugón el sábado, porque para buscar setas, hay que madrugar…

Nos levantamos muy temprano, antes de que amaneciera, y mientras preparábamos el desayuno comenzaban a llegar los primeros recolectores, aun en completa oscuridad. Una vez despuntó el día fuimos al encuentro de nuestros compañeros del evento #MadTBSetas, Kate y Denys del blog Viajamos Juntos, María, Héber y la pequeña Eire de La Furgoteta y Leyre de Viviendo Analógicamente. Después de unos rápidos consejos acerca de las técnicas micológicas por parte de Denys, empezamos la recolección.

Al principio fue un poco frustrante, parecía que no íbamos a encontrar nada, pero de repente Denys dio con un pequeño boletus edulis… y a partir de ahí ¡fue un no parar!

Después de cuatro horas de marcha por el bosque, que pasaron volando entre boletus y anécdotas de viajes, prácticamente habíamos llenado las cestas. Regresamos al aparcamiento, todos teníamos el mismo pensamiento en la cabeza… ¿Como hacemos para hincarles el diente ya mismo? La verdad es que como mejor estan las setas es recién cogidas. Da igual como las prepares, incluso algunas, como los boletus, están deliciosas crudas. 

En un momento habíamos montado mesas, sillas y el camping gas. Lo bueno de ir con furgoneteros es que, como llevamos la casa a cuestas no nos falta detalle. Sartenes, vajilla, cubertería, aceite de oliva virgen extra, especias varias, cervecita fresca y un buen vino nunca deben faltar en una camper. Así pues nos pusimos manos a la obra, limpiando y troceando boletus, para posteriormente trocearlos. Mientras Denys preparaba unos “boletus al ajillo”, la Furgoteta nos deleitaba con unos “boletus al foie”.

La verdad es que pasamos un día estupendo, en buena compañía y aprendiendo muchas cosas.

Al día siguiente teníamos una cesta llena de boletus que había que preparar. Unos los hicimos en carpaccio, con la receta que nos había dado Denys. El resto los limpiamos, troceamos y congelamos, para evitar que se estropearan.

El carpaccio de boletus es muy sencillo de preparar y está delicioso. Simplemente se limpia un boletus, preferiblemente uno joven y tierno, se corta en finas láminas y se colocan en una bandeja. Se aliña con aceite de oliva (hay quien prefiere usar aceite de girasol que respeta más el sabor del boletus) vinagre de módena, cristales de sal, y un poco de ajo en polvo. Se deja reposar una media hora en el frigorífico para que la seta absorba el aliño y …. ¡listo!

 ¡¡Por cierto, en esta entrada no ponemos mapa, porque un buen buscador de setas nunca revela donde encontrarlas!!